Monseñor Rafael Otón Castro Jiménez

IV Obispo y I Arzobispo de la Arquidiócesis de San José (1921-1939)

Nació en San José el 16 de enero de 1877. A la temprana edad de doce años fue enviado a Italia y permaneció en Roma por espacio de doce años. Se ordenó sacerdote en esa ciudad el 28 de octubre de 1899. En Roma se doctoró en Filosofía, Teología y «Utriusque Juris» o Derecho Canónico, a una edad realmente muy temprana. En su tiempo fue indudablemente uno de los sacerdotes mejor preparados intelectualmente, hombre de clara inteligencia y conocimientos profundos y virtud sacerdotal imitable.
A la muerte del M.I. Mons. Carlos María Ulloa Pérez, en 19043 y hasta 1904 fungió como Vicario Capitular Sede Vacante teniendo solo 26 años. Ejerció varios cargos pastorales en Tibás y sobre todo como cura y vicario de Cartago. Fue hecho canónigo teologal.
Fue director de la revista “Mensajero del Clero” y por un corto período prestó servicios en la diócesis de Granada, Nicaragua. Durante la sede vacante que se produjo con la muerte del tercer obispo, la Santa Sede crea la Provincia Eclesiástica de Costa Rica (Bula Predecessorum del 16 de febrero de 1921), elevando San José al rango de Arquidiócesis y creando la diócesis de Alajuela y el Vicariato Apostólico de Limón.
El 10 de marzo de 1921 el P. Castro Jiménez es designado primer Arzobispo. La consagración tuvo lugar el 2 de agosto del mismo año tomando posesión de la Arquidiócesis ese mismo día. Son por todos conocidas las dotes de talento de Mons. Castro en las ciencias eclesiásticas. Su gobierno se distingue por una gran distinción y señorío, lo que elevó mucho el prestigio de nuestra Iglesia.
Es un propagador insigne de la devoción al Corazón de Jesús y estimuló sobremanera el culto de la Virgen de los Ángeles. En su tiempo se elevó al rango de basílica menor al templo de Cartago.
Al ilustrísimo primer Arzobispo de San José no le correspondió una época tranquila. Celebró el Tercer Sínodo de la diócesis. Fue gran misionero, publicó numerosas catas pastorales. Fomentó las buenas relaciones con el poder civil.
En sus años en Costa Rica se forjaban las ideas sociales que marcarían el resto del siglo y que permanecen en el nuevo milenio. Falleció en la ciudad de San José el 14 de diciembre de 1939, rodeado del aprecio de todos los costarricenses sin distingo de clases sociales.

Vicario Capitular Sede Vacante: Monseñor Alfredo Hidalgo Solano (1939-1940 ).