Llamados a ser discípulos misioneros
Entre la quietud y la vertiginosidad de nuestro mundo, es que se va entretejiendo la historia de salvación de nuestra Arquidiócesis. La rutina que agobia muchos corazones, dóciles al Espíritu dejemos que se convierta en “Kairós”, tiempo de gracia. El Señor sale a nuestro encuentro, dejémonos seducir por Él que nunca nos abandona, su presencia nos conforma como su “cuerpo viviente” en el aquí y en el ahora de la gran área metropolitana.
UNA HERRAMIENTA PARA COMPARTIR LA ALEGRÍA DEL EVANGELIO CON TODOS
Escribamos una nueva página de nuestra historia pastoral, en el entramado humano en el cual peregrinamos como Arquidiócesis de San José, hagámoslo con abnegación y amor oblativo, sacrificándonos por cada uno en todo momento sin titubear, con el gozo de estar haciendo en conciencia lo mejor que podemos.